De la mesa del Director General
10 de diciembre de 2017
La mayoría de ustedes habrán visto en la televisión, o leído en la prensa, los problemas que están causando los envases de plástico, en particular la contaminación de nuestros océanos. Me horrorizó leer un reciente estudio alemán en el que se informaba de que se había encontrado contaminación por microplásticos en las 24 marcas de cerveza analizadas, así como en la miel y el azúcar. Esto se debe a las leyes de pureza alemanas (Reinheitsgebot), que establecen que la cerveza sólo puede elaborarse con tres ingredientes: cebada, lúpulo y agua.
Pro Carton lleva tiempo abogando por que los propietarios de marcas utilicen un material sostenible en lugar de uno no sostenible siempre que puedan y da la bienvenida a medidas fuertes para fomentar el uso de materiales de envasado verdaderamente sostenibles. La Unión Europea está a punto de publicar su estrategia sobre los plásticos, mientras que el Gobierno del Reino Unido ha anunciado que está estudiando la posibilidad de aplicar un impuesto a algunos envases de plástico. Un rápido vistazo al pasillo de un supermercado pone de manifiesto la gran cantidad de marcas que utilizan envases de plástico cuando podrían utilizar cartones. Desde las bolsas de té y las pilas, hasta las bebidas en envases múltiples y los artículos de papelería, por no hablar de los productos alimentarios, hay una gran cantidad de productos que podrían envasarse en un embalaje más ecológico y reducir o eliminar la cantidad de plástico utilizada.
Es alentador que nuestro mensaje empiece a recibir claramente el apoyo de otras partes influyentes. Andy Clarke, antiguo director general de Asda, reclamó recientemente en el periódico The Guardian la adopción de medidas contundentes, afirmando que "la única solución era que los minoristas rechazaran por completo el plástico en favor de alternativas más sostenibles como el papel, el acero, el vidrio y el aluminio". Del mismo modo, Louise Edge, de Greenpeace, afirmó que el Gobierno podría "innovar para salir de este lío incentivando alternativas sostenibles al plástico".
Quizás valga la pena recordar a todos, especialmente a los que no pertenecen a la industria del cartón, que el aligeramiento o incluso el reciclaje, por sí mismos, no logran la sostenibilidad. Para que el envase sea sostenible (por favor, compruebe la definición del diccionario) debe ser renovable. El plástico sostenible es, sencillamente, una tontería. Los envases de cartón no sólo son renovables, sino totalmente reciclables y biodegradables, verdaderamente sostenibles, y un ejemplo perfecto del principio de la economía circular.
Para ayudarnos a difundir nuestro mensaje hemos designado a una agencia de relaciones públicas, Storm Communications, para que trabaje en toda Europa y ya están empezando a obtener una buena cobertura en diversas publicaciones comerciales y en las redes sociales.
Los propietarios de marcas con visión de futuro seguro que ya están revisando sus propias estrategias medioambientales para utilizar envases más renovables y reciclables antes de que se produzca una reacción del consumidor contra el uso no esencial del plástico. Si no lo hacen, los gobiernos seguramente actuarán y los consumidores votarán con sus carteras.