Pro Carton, la Asociación Europea de Fabricantes de Cartón y Cartón, sostiene que para cumplir con éxito los ambiciosos objetivos del Green Deal de la UE es necesario concienciar a legisladores y empresas sobre la complejidad de los requisitos de envasado de los consumidores en diferentes ocasiones de uso. El 30 de noviembre de 2022, la Comisión Europea presentó su propuesta de modificación del Reglamento de Envases y Residuos de Envases (PPWR). Aunque los objetivos eran bienintencionados, la decisión de centrarse en la implantación de envases reutilizables suscitó algunas inquietudes.
A primera vista, promover los envases reutilizables para eliminar los de un solo uso parece una decisión lógica. Después de todo, puede ayudar a desviar más envases de los vertederos al reducir el número de envases en el mercado y aumentar el número de ciclos de uso. Sin embargo, para que esta normativa tenga éxito, es necesaria la implicación de los consumidores.
Un nuevo informe de McKinsey, titulado "El impacto potencial de los envases reutilizables", concluye que la imposición de objetivos estrictos en materia de envases reutilizables de aquí a 2030 tendrá graves repercusiones en la huella medioambiental de la UE y en la competitividad y resistencia de la economía europea. Al evaluar el cambio a los envases reutilizables en la restauración para llevar en Bélgica de aquí a 2030, el estudio reveló un aumento potencial de las emisiones de CO2 de 140-160% y un posible incremento de los costes de 80-130%, debido principalmente al transporte y la limpieza. Una cosa es cierta: los consumidores quieren saber que los sistemas y políticas vigentes son óptimos para el medio ambiente y para sus bolsillos. Se podría argumentar que este no es el caso de los envases reutilizables.
También hay una serie de implicaciones negativas para la sociedad que podrían ir en detrimento de la aceptación de los consumidores, que es esencial para garantizar altos índices de rentabilidad y rotación. Entre ellas, la implantación de sistemas que exigen un cambio radical de comportamiento. En Alemania, por ejemplo, los establecimientos de comida rápida han instituido sistemas de depósito para envases reutilizables. Por el momento no tiene buena acogida. El futuro próximo mostrará la aceptación. Y la aceptación es clave para alcanzar los índices de devolución previstos. Esto también crea complicaciones potenciales en términos de precio -un depósito por una comida para llevar puede aumentar el precio de una comida hasta 10 euros- e higiene alimentaria. ¿Cómo pueden estar seguros los consumidores de que los envases reutilizables devueltos sin limpiar tras haber permanecido durante días en casa o en el coche se han lavado realmente de forma eficaz?
Los propietarios y operadores de comida rápida conocen las mejores soluciones de envasado para las necesidades de sus clientes. Los requisitos serán diferentes según se trate de comida para llevar o para consumir en el propio local, o de locales situados dentro o fuera de la ciudad. En el proceso de toma de decisiones habrá que tener en cuenta los conocimientos científicos y las necesidades de los consumidores. No existe una solución única, sino que la combinación de distintas opciones dará el mejor resultado.
Nuestro reciente estudio sobre los consumidores europeos en Alemania también indica una preferencia por los envases de un solo uso en muchos casos. Más de tres cuartas partes de los encuestados creen que los envases de cartón reciclables y biodegradables son mejores para el medio ambiente, dos tercios afirmaron que preferirían que las marcas invirtieran en envases de cartón biodegradables y reciclables, mientras que más del 60% preferirían desechar sus envases para reciclarlos, en lugar de almacenar, enjuagar y devolver los envases de plástico reutilizables a un punto de recogida. Ignorar una preferencia tan obvia es fatal y probablemente conducirá a bajos niveles de aceptación.
Pro Carton hace un llamamiento para que los legisladores escuchen las demandas de los consumidores y revisen el enfoque desarrollado para preparar el terreno para una transición exitosa hacia una economía circular. Los envases de un solo uso fáciles de reciclar, como el cartón, el material de envasado con las mayores tasas de reciclaje y el preferido por los consumidores, deben desempeñar un papel decisivo junto al sistema reutilizable. Es "ambos y", no "uno o el otro", lo que ofrecerá los mejores resultados para los consumidores y para nuestro medio ambiente.