Los envases de cartón no generan residuos de envases de plástico
3 de julio de 2017
Cada año se fabrican más de 300 millones de toneladas de plástico¹, de las cuales millones de toneladas de residuos plásticos se vierten en los mares. Todos hemos visto imágenes de todo el mundo de playas cubiertas de envases de plástico desechados. El informe Ocean Report² de McKinsey afirma que los próximos 10 años serán decisivos para atajar el problema mundial de las fugas de plástico a los mares, pero la producción de artículos de plástico sigue aumentando y desplazando a materiales más sostenibles, como los productos renovables a base de fibra de madera, incluidos los cartones.
Los envases de plástico se utilizan en todas partes, pero una vez desechados, los sistemas de gestión y reciclaje de residuos no han sido capaces de lidiar muy bien con estos complejos materiales. Esto ha provocado que las tasas de recuperación y reciclaje sean generalmente bajas y que se suplan soluciones de envasado que son mucho más fáciles de reciclar, como los cartones. El informe de McKinsey² lo denomina la "paradoja de los plásticos", según la cual los nuevos avances en la creación de productos de plástico aún más finos, incluidos los envases (desmaterialización), que se considera una ventaja deseable de los plásticos, significan que "simplemente no hay suficiente valor económico para que la recogida del material para el reciclaje convencional sea económicamente viable".
Según EUROSTAT, en 2016 entre los 28 de la UE, el reciclaje de envases de plástico alcanzó solo 39,7%. Esto se compara con los envases de papel y cartón que alcanzaron 82,2%. La mayor parte de los envases de plástico que se recogen solo pueden "reducirse" para fabricar un producto de menor calidad, como cubos de basura o bancos de parque.
No es de extrañar que la industria de los plásticos haya hecho intentos para solucionar sus pobres resultados de reciclaje. La UE publicó una "Hoja de ruta para una estrategia sobre los plásticos en una economía circular", en la que se acepta el problema de la baja tasa de reciclaje y el hecho de que una gran proporción de plásticos acaba como residuo en el medio ambiente. "En 2014, la UE generó alrededor de 25 millones de toneladas de residuos de plástico postconsumo, de los cuales solo 40% se reciclaron". Sin embargo, las soluciones sugeridas para el problema no se resolverán de la noche a la mañana e incluyen objetivos como educar a los consumidores para que elijan productos de plástico más sostenibles y reducir la basura marina.
Algunos de los principales actores de la industria del plástico se han asociado con la Fundación Ellen McArthur/Foro Económico Mundial para elaborar el proyecto "La nueva economía del plástico", que pretende mirar aún más hacia el futuro y fomentar un pensamiento rompedor para resolver los malos resultados del reciclaje del plástico.
Más allá del reciclaje, otro de los puntos débiles de los plásticos es el enorme uso de recursos naturales finitos en su proceso de producción, con los consiguientes efectos perjudiciales para el medio ambiente. Un artículo reciente en el sitio web de Carbon Smart afirmaba: "La huella de carbono de la producción de plástico es fenomenal, con más de 90% producidos a partir de fuentes de combustibles fósiles vírgenes. La enorme dependencia del petróleo hace que los plásticos sean responsables de aproximadamente 6% del actual consumo mundial de petróleo, lo que, asombrosamente, equivale al del sector de la aviación. Esto, como todos podemos imaginar, da lugar a un exceso de emisiones de gases de efecto invernadero y, si se produce el aumento previsto de la producción de plásticos, el impacto del carbono, ya de por sí enorme, será aún más significativo".
Por el contrario, los envases de cartón tienen una importante ventaja: su materia prima, la fibra de madera, procede de un recurso natural, renovable y sostenible: el bosque. El ciclo del carbono de los bosques es neutro, ya que el uso de fibras de madera como materia prima no añade carbono a la atmósfera.
Esto se debe a que, al crecer los árboles absorbiendo dióxido de carbono y liberando oxígeno, eliminan el carbono de la atmósfera y ayudan a invertir el "efecto invernadero". Esto se conoce como "fijación" del carbono. Por lo tanto, la elección de los envases de cartón ayuda a mantener el carbono fijado dentro del material, que continúa a través de varios bucles de reciclaje, hasta que el carbono se libera después del uso final de los envases. Con la incineración con recuperación de energía, el carbono que se libera a la atmósfera está disponible para ser capturado y almacenado por los árboles de nuevo, creando así un círculo completo. Esto, junto con su biodegradabilidad, hace que los envases de cartón sean un excelente ejemplo de envase de base biológica.
Los envases de cartón son también un ejemplo destacado de la Economía Circular. Hoy en día, la mayoría de las sociedades funcionan con una economía lineal en la que las materias primas se extraen, los productos se fabrican, se utilizan y luego se tiran, lo que describe el viaje de la mayoría de los envases de plástico. El concepto de economía circular, defendido por la Unión Europea, consiste en crear una economía en la que el valor de los recursos se mantenga durante el mayor tiempo posible a través de la reutilización y el reciclaje. Los envases de cartón pueden demostrar que siguen la Economía Circular, ya que su materia prima es renovable y procede de bosques gestionados de forma sostenible, se recogen fácilmente, pueden reciclarse varias veces y también son biodegradables.
Usted puede tomar sus propias decisiones.
¹ Estudio: "El ciclo geológico de los plásticos" http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2213305416300029
² "Stemming the Tide : Land-based strategies for a plastic-free ocean"
³ www.carbonsmart.co.uk "3 razones para repensar los plásticos" 30 de marzo de 2017